Decido ir con mi amigo a dar un paseo con la bicicleta. Pasaremos toda la mañana por ahí, dando vueltas, debido al aburrimiento, y para romper esta monotonía, vamos a hacer esto, que está fuera de nuestra rutina. He visto las noticias y a dado lluvia para mañana. Me he empezado a preocupar porque no quiero que los planes de mañana se chafen por culpa del tiempo climático. En estos momentos me pregunto ¿Por qué nos preocupamos por cosas que no tienen una "gran importancia"? ¿Por qué nos inquietamos ante situaciones que nos perjudican los más mínimo? ¿Por qué no centramos nuestra preocupación en cosas que tengan más valor afectivo? Estas preguntas las tengo presente sobre todo en los momentos en los que me preocupo por cosas insignificantes y sin mera importancia.
Planes, ideas, objetivos elementales preocupantes, que hacen que nuestra cabeza no pare de dar vueltas sobre una situación vivida que, si te detienes a pensarla, no tiene la mínima importancia. Todas estas circunstancias provocan el malestar e incomodidad de todo aquel que no para de pensar en el "porqué", "cómo", "que pasará si..", un colectivo de interrogantes que merodea en nuestras mentes.
Nos preocupamos sin razones. No queremos que los pequeños detalles se nos escapen y queden sin solución. Los seres humanos tenemos la característica de preocuparnos por todo lo que no sale o se realiza como pensamos, por ejemplo, la sensación que tenemos al realizar un examen cuando no se nos ha dado nada bien. Nos preocupamos bastante, y hasta que no recibimos la nota, no nos quedamos tranquilos. Aparece el remordimiento que provoca inmensos dolores de cabeza. Estoy segurísimo que tienes problemas más importantes y no le prestas la misma atención que los dilemas que te urgen y que no tienen gran envergadura.
Otros piensan que nos preocupamos por las cosas porque no queremos ocuparnos de las que realmente debemos, todo por simple negación a afrontar los problemas que verdaderamente pueden preocuparte. También depende mucho del tipo de persona que tenga que afrontar el problema. Hay personas que nos les preocupan los problemas que tiene, solo por miedo a las consecuencias que conllevaría solucionarlas.Y otras que se preocupan absolutamente por todo, y no paran de darle vueltas a las situaciones que ha tenido con las personas que les rodea.
Todos los problemas, de una manera u otra, son problemas. Las personas no podemos vivir sin problemas, porque ¿Cómo sería un mundo sin problemas? Imagínate un mundo en el que no hay preocupaciones, bueno si, la única que tendría que intranquilizarnos, nuestra única y maravillosa existencia. ¿Cómo seríamos las personas?¿Igual que si poseemos incógnitas? ¿Estos dilemas hacen que nuestra vida sea más difícil de lo que verdaderamente son? Una serie de cuestiones que hace que nuestra cabeza no pare de estar en funcionamiento.
No debemos tomarnos las cosas tan a pecho y afrontar todas las situaciones que nos vengan adelante. Debemos dar la cara ante los problemas que hacen que nos "rayemos" y hacer frente a todo lo que nos preocupa, porque así haremos que no nos obsesionemos con los grandes y pequeños problemas que rodean día si y día también a nuestra dichosa vida.
"La mayoria de las cosas por las que nos preocupamos nunca van a suceder"