sábado, 25 de febrero de 2012

¿Debemos escuchar a los demás?

Ésta la típica pregunta que todas las personas plantean a los demás. Las personas, en todo momento, rogamos "escuchar" a los demás, ya sea porque es bastante bueno conocer las opiniones de los demás, por simple educación al que te está hablando o sugiriendo algo, o porque lo que el otro dice te puede valer para formar tus opiniones y, como no, tus razones y argumentos. Pero, ¿Porque no paramos de decir que escuchemos a los demás? ¿Nosotros escuchamos a los demás? ¿Queremos que los demás nos escuchen pero nosotros no queremos participar en la comunicación y pasar de lo que no mencionen? La atención, tanto del que escucha como del que recibe la información, debe permanecer activa en ambas personas.
Escuchar a los demás es la base del todo el entendimiento. Nosotros escuchamos para intentar mejor el entendimiento que tenemos sobre la realidad que nos rodea. Nos es fundamental oír, enterarse y comparar todas las conclusiones de cada uno de nosotros para poder definir de mejor manera los criterios de la realidad. Creo que escuchar es tan importante como comer, relacionarse con los demás, etc.
Definimos "escuchar" como prestar atención a lo que se oye, es decir, mostrar interés a lo que en ese momento estamos oyendo. Y aunque prestemos atención, ¿De verdad escuchamos lo que los demás dicen?. Si no estamos con todos los sentido puestos en lo que nos están comunicando, la recepción de esa idea por nuestra parte no será la misma que el del emisor, de tal forma que el entendimiento será diferente. El saber escuchar implica muchos aspectos que debemos saber manejar a fin de que nuestros nuestros resultados en el comportamiento vayan a mejor. Todo esto quiere decir, que compartiendo la información que cada uno posee sobre la realidad, hacemos que nuestra percepción mejore poco a poco.

"Se necesita coraje para pararse y hablar. Pero mucho más para sentarse y escuchar"-Winston Churchill.


¿Por qué nos cuesta tanto escuchar? ¿Porque queremos que los demás nos escuchen a nosotros? Todo esto debe de realizarse de forma recíproca. Si quieres que los demás te escuchen, la primera norma que debemos cumplir es oír lo que los demás quieren decirte. Si tu prestas oído a lo que los demás te cuenta, será más fácil que ellos sean pacientes y que escuchen lo que nosotros queremos decir o contar. Por ejemplo: Queremos contarle un secreto a nuestro mejor amigo, pero el tiene cosas más importantes que hacer que escuchar lo que yo quiero contarle. Te ignora y no te "escucha". Tú te das cuenta de no te está prestando atención y guardas ese momento incómodo para cuando él te quiera contar algo interesante. Como yo he visto que él no me ha hecho caso a lo que le he contado, yo no voy a ser menos, y no le voy a prestar atención a lo que me diga. Si hubiera habido atención por parte de ambos, nos escucharíamos sin rencores ni prejuicios.
Debemos saber escuchar (aspecto bastante importante en la vida), y no pensar que todo lo relacionado con nosotros tiene que ser lo más importante, porque para cada uno, lo suyo es lo fundamental, y lo va a intentar contar por delante de todo. Debemos ser compresibles y hacer un esfuerzo para que todos los problemas sean escuchados por las personas correspondientes.

domingo, 19 de febrero de 2012

¿Por qué nos cuesta hacer las cosas en grupo?

Te mandan hacer un trabajo colectivo, es decir, una tarea de grupo, el cual tiene que estar formado por varias personas.Todas los individuos tenemos una forma de pensar y razonar muy iguales o muy diferentes. Todas estas personas deben de ponerse de acuerdo para hacer un trabajo un poco equilibrado con todas las ideas que surgan durante la elaboración del mismo, lo que sería tarea complicada. Entonces, ¿Por qué nos cuesta tanto llegar a una idea clara y común entre todos? ¿Por qué realizar cosas de forma colectiva resulta más complejo que si lo realizas de  forma individual? ¿Por qué debemos ponernos de acuerdos en temas en los que se incluye el concepto de "grupo"?
Desde el principio de la existencia del ser humano, todas las acciones llevadas por parte del hombre se han realizado de forma colectiva. Esto no quiere decir que todos los componentes de este grupo estuvieran de acuerdo con el propósito de tal acción, pero al fin y al cabo, llegaban a una respuesta general, que hacía que tal hecho sucediera tal y como se lo habían propuesto.
Todas las personas poseemos criterios y formas de pensar bastante diferentes. Desde siempre, llegar a un acuerdo común en el que todas las personas estén de acuerdo y satisfechos con el resultado obtenido es bastante complejo y complicado, sobre todo cuando esas personas imponen sus propias ideas y no escuchan las opiniones de los demás. Por ejemplo, a la hora de decidir un tema de historia para realizar una exposición oral en clase puede provocar discusiones y desacuerdos entre los componentes del mismo. Más conflictos existen si más posibilidades hay de cambiar de idea, por ejemplo, si te dan a elegir entre la Revolución Francesa y la Revolución Rusa, habrá más división de ideas que si solamente te dan una de estas posibilidades. Al ser el campo de posibilidades mayor, superior va a ser los ideales de cada uno.
Queramos o no, todos los ámbitos colectivos no son definitivos a la primera, es decir, que todos no vamos a tener la misma opinión y la misma reacción ante lo que se nos presente. Imaginaros un mundo en el que todos estuviéramos de acuerdo y no protestáramos en nada porque todo nos pareciese correcto ¿De verdad actuaríamos como seres humanos? Nos pareceríamos más a robots programados de la misma manera, con los mismos principios y similares opiniones. Es prácticamente imposible meter en todas las mentes humanas los mismos pensamientos. Cada uno opina desde su punto de vista subjetivo y de la mejor manera que le conviene o le apetece, siempre basado en razones para aclarar su respuesta.
No debemos ser radicales y pensar que el concepto de "grupo" es malo,  porque tampoco es ventajoso realizar todo de forma solitaria. Necesitamos la ayuda de los demás y escuchar "versiones" diferentes para perfeccionar un poco nuestra forma de entender y nuestras razones. Debemos escucharnos a unos y a otros y ver que es lo más aconsejable para todos, lo más adecuado, para que todos estemos cómodos a la hora de desarrollar nuestra tarea colectiva.
Nos cuesta y nos costará hacer las cosas de forma global, porque todos tenemos diferentes conceptos e gustos sobre el tema que se trata. Cada uno mirará por su parte, por lo que más le convenga, pero si el resultado definitivo es decidido de forma comunal, debemos aceptar lo que se ha determinado y no intentar convencer a los demás de que tu opinión es la correcta, porque cada una de las reflexiones creadas por uno mismo tiene validez y un peso igual de importante que el de los demás.

lunes, 6 de febrero de 2012

¿Podemos conocer la realidad tal y como es en sí misma?

Conocer la realidad como sí misma, en su propio ser, puede llegar a ser bastante complejo de explicar y más aún de creer. La realidad es la presencia o existencia real y verdadera de algo. En la realidad todo está presente, incluso la misma materialidad, entonces ¿Podemos saber si de verdad existe la realidad o es una mención creada por los demás? ¿Nosotros somos realidad transformada en seres reales?, y si todo esto fuera verdad, ¿De que forma podemos saber que la realidad está presente y poder saber como es?
Vivimos rodeados de realidad e inexistencia constantemente. Realidades que hacen que nos planteemos si de verdad existe o no lo que nos está sucediendo o lo que nos rodea. El mundo está compuesto de cosas individuales que tienen realidad por sí misma. Con el mero hecho de que las cosas existan, hacen que ya sean reales, que ya sea verídico el conocimiento que tengamos sobre ese aspecto.
Realidad se define como verdad, lo que ocurre verdaderamente. Algo que sucede es real, algo que se siente es real, pero, ¿Y si ese hecho ocurrido nos lo cuenta alguien como demostración de que ha sucedido de verdad? ¿Le creeremos? ¿Nos fiaremos de lo que para él es verdad o real? Según esta definición de realidad, lo que no sabemos ni conocemos, no tiene una realidad para nosotros. Si es verdad o falso lo que nos está contando, nosotros no la conoceremos hasta que no comprobamos que de verdad existe y es auténtico.
La realidad es entendida de forma diferente dependiendo de la persona que la esté manejando. También influye el punto de vista que tenemos para analizar esta realidad y los pensamientos u opiniones que tengamos respecto de ella. Por ejemplo, al meter un palo en un lago, vemos que el palo parece que está doblado y deformado. En realidad, el palo no se ha roto y mantiene su forma original, aunque lo veamos fracturado, la realidad nos engaña y no nos hace ver lo que es real y lo que es falso.  
Las perspectivas o la forma de ver el mundo y observar la realidad no es idéntica para todas las personas. Por ejemplo, si yo me pongo unas gafas verdes y cuadradas, veré el mundo de color verdoso y muy cuadriculado, mientras que si uno lleva unas gafas rojas y redondas, verá el mundo rojizo y circular. No tenemos unas características o unas instrucciones que nos aclaren como es en verdad la realidad, ya que, cada uno, la entiende y la ve a su manera. Por eso, la forma de entender y asimilar la realidad, es personal e individual, y puede ser ficticia o efectiva para unos y para otros.
Entonces, ¿Podemos conocer la verdadera realidad? ¿Acaso existe? Pienso que la realidad existe, y que vivimos rodeada de ella. ¿Conocerla como sí misma? Cada uno tiene su punto de vista y sus propias razones para entenderla de una manera u otra. Es muy difícil llegar a conocerla en sí misma y tal y como es, porque tenemos ideales distintos y conocimientos de la realidad muy diferentes, que hacen que nuestro concepto de real sea distinto al de los demás. Puede haber una realidad más objetiva que se acerque a la verdad absoluta, pero no podemos aclararla del todo, porque siempre existiría una parte de personas que no estarían de acuerdo con esa propuesta y se esforzarían en explicar su modo de ver lo real. Cada uno poseemos diferentes reflexiones. Al ser cada uno de estos razonamientos únicos en cada ser humano, cada percepción de la realidad será distinta. Por eso, no podremos percibir la verdadera realidad. Por ejemplo, una persona que toma droga va a ver o sentirla realidad de diferente manera que uno que no la toma. Pero si toman las mismas drogas, ¿tendrán las mismas alucinaciones? Tendrán los mismos síntomas y delirarán, pero no verán ni sentirán lo mismo, porque son personas diferentes.
En definitiva, no podemos tener los mismos conocimientos sobre la realidad. Pienso que conocerla en sí misma es prácticamente inalcanzable, pero no porque no sea difícil entenderla o saber de su existencia, sino porque no podemos hacer que todos pensemos igual y tengamos los mismos principios e ideales. Creo que lo más importante y fundamental es conocer nuestra propia realidad, la que nos rodea, porque vamos a vivir toda la vida rodeada de ella, queramos o no. Procuremos que nuestra realidad sea la verdadera para nosotros, aunque no la conozcamos totalmente.