viernes, 11 de noviembre de 2011

¿Por qué nos intimida hablar en público?

Te llaman y te comentan que tienes que realizar un discurso sobre un tema del cual estás bastante perdido, no sabes desarrollarlo y no sientes que no te vas a sentir cómodo, que vas a a pasar bastante vergüenza, que te vas a quedar en "blanco", que la gente se va a reír de ti porque te equivoques y, luego,...¡Delante de tantas personas y miradas que no te pierden ojo! Todo esto provoca que me pregunte ¿Por qué nos intimida hablar en público? ¿Por qué pasamos vergüenza y pensamos que nos va a pasar lo peor durante ese rato de discurso? ¿Por qué, la mayoría de las personas, no les gusta expresarse delante de la gente por lo que piensen?
Quedan  minutos para que salgas a escena a expresar y a dar tus opiniones sobre el tema. Estás nervioso, bueno, histérico. Tienes bien organizado el desarrollo del tema, tus conclusiones, ejemplos,...todo saldrá perfecto. Pero al quedarte un segundo para salir, te da la impresión de que se te han ido todos los pensamientos que tenias en mente. Sales afuera y parece que estás al borde de un precipicio, del abismo. Miras las caras de los que te escuchan, como si buscaran algo de ti. Si te sientes cómodo y bien en esta situación, empiezas a dar tus puntos de vista como si hubiera nadie, pero, hay personas (como yo) que me da miedo, incluso algunas veces "pánico" salir, delante de personas desconocidas, a hablar o a realizar algo.
Nos intimida hablar en público porque no sabremos lo que los demás pensaran de nosotros en ese momento. Tan bien y  tan perfecto lo queremos hacer que perdemos el control de nuestra seguridad y nos gana y supera el  miedo al fracaso.
Todo esto, en gran parte, depende del que habla en público y los que escuchan el discurso. El individuo solitario, el que se refiere al grupo mayoritario, se siente solo, desprotegido, vigilado por miradas que no paran de observarle todo el tiempo. Si las personas con las que te rodean o a las que te diriges son, como digo yo, "de toda la vida", con las que hay buena química y te llevas genial, puede haber problemas, pero nos resultaría más  fácil que si nos dirigiéramos a personas que no hubiéramos conocido nunca. Creo que no queremos hacer el ridículo y quedar lo mejor posible delante del público, para que no se mofen ni se rían delante de nosotros.
Hablar delante de la gente impone, pero yo creo que la gente no se puede hacer una idea de ello hasta que lo vive en sus propias carnes. Por ejemplo: Hace unos años, tuve que realizar una exposición de cinco minutos en inglés, lo cual, al principio, no me resultó tan difícil. Lo llevaba bien preparado, organizado, con la pronunciación lo mejor posible (dentro de lo que cabe) y tenía la sensación de que me iba a salir bien. Todo esto se esfumó de repente cuando estuve delante de 27 personas. Me pareció que la clase era más grande de lo que parecía, que había más personas, que la gente estaba muy atenta y que no paraban de mirarme. Salí y me quedé en blanco, si saber pronunciar ni una palabra sin tartamudear y hasta me faltaba el aliento.
Me parece que la culpa de todo esto la tiene el miedo, que puede controlar nuestra mente y bloquearla, sin dejarla libre para expresar lo que piensa.
Creo que esta "timidez" de hablar en público podría desaparecer si nos acostumbramos a ello. A todos les cuesta hablar desde un principio y dirigirse a otras personas, pero es que no nos queda otra. No es que solamente nos intimide hablar, sino que nos avergonzamos de realizar cualquier cosa cuando somos observados.
Debemos perder el temor a hablar en público (miedo escénico) y seguir adelante en los peores momentos. A lo largo de nuestras vidas, se desarrollarán una serie de experiencias que nos harán más fácil hablar y expresar cómodamente lo que pensamos en realidad, sin miedo a que lo que los demás piensen lo contrario.
 !No te escondas y da la cara!

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