domingo, 13 de mayo de 2012

Cambio de planes.

El otro día en clase, mis compañeros me abrieron los ojos sobre la pregunta que elegí al principio del trimestre. La pregunta era "¿Seríamos capaces de modificar nuestros vicios?". Vi que no me sentía totalmente a gusto con ella, por decirlo de otra manera, no me sentía identificado. Preguntando y preguntando parece que llegue a la pregunta definitiva de la cual me gustaría hablar, y es "¿Podemos cambiar?".
Es tan simple como esto. No tiene más. Podemos compararlo como una eterna lucha entre yo y mi personalidad. Es algo que casi nunca llega a conectar, pero ¿Por qué nos cuesta tanto ser otro? o, mejor dicho, ¿Qué necesidad tenemos de cambiar? Estas preguntas encierran una respuesta común: "Todas depende de tí".
He encontrado un texto de Aarón Fernández, un licenciado en Administración de Empresas. Me gustaría que lo leyerías, porque creo que me va a ayudar a la hora de ver como puedo enfocar este problema.
"Es difícil saber hasta qué punto está en nosotros el cambiar nuestras actitudes y nuestro comportamiento en la vida diaria. Lo cierto es que la mayoría de las veces envidiamos conductas del otro y nos agobiamos por no saber como mantener un estado mental en equilibrio, en el que nos sintamos contentos con nuestra personalidad. Entramos en dilema cuando queremos cambiar aspectos de nuestra personalidad y no podemos. Lo anterior, en la mayoría de las veces, realmente es misterioso y complicado, pero no imposible. 
La personalidad, definida como el conjunto de valores, cultura, experiencias en la vida, carácter y temperamento; es modificable y está en cambio y desarrollo constante a largo de nuestra vida. Los cambios más significativos ocurren en la infancia y preadolescencia, pero su desarrollo es un largo proceso que abarca varias facetas a lo largo de la vida y depende de diversas variables que son ajenas a nosotros.
La cultura y la familia son el nido de la personalidad de un ser humano. La cultura delimita muchos de los comportamientos dentro de una sociedad, además de ser el medio por el cual se adquiere la percepción del mundo y la realidad de las cosas. Dentro de ella está la familia, que es el modelo primario de los valores, actitudes y visiones que poseemos y finalmente el que más nos distingue, ya que nacemos con él. 
Lo interesante y la buena noticia es que está comprobado que podemos modificar nuestra personalidad en gran medida. Los científicos afirman que la herencia forma alrededor del 50% del desarrollo de la personalidad y un 50% es forjado y delimitado de acuerdo a nuestro curso durante la vida. 
Por tanto, si no podemos cambiar nuestro entorno ni nuestra herencia, sí está en nuestras manos el influir en nuestra personalidad para ejercer cambios positivos en nuestro carácter. Así como cambios que reflejen comportamientos maduros y que promuevan condiciones sociales donde prevalezca la paz. Heredar a nuestros descendientes una mejor vida; ahí está la evolución humana, en nuestra personalidad y capacidad de modificarla"



Sobre todo, esta pregunta la querría encaminar a si podríamos cambiar nosotros mismos, es decir, nuestra forma de ser, nuestra forma de actuar ante los demás,... Leyendo el texto y varios que he encontrado podríamos decir que depende mucho de la aceptación de las personas a los cambios, de la forma de afrontarlos y de ver si esos cambios en tu persona van a hacer que seas mejor o peor ante los demás.
Supongo que no será fácil, ni tampoco díficil, que lo único que nos queda es recorrer este camino solos para comprobar cada cambio en nuestra personalidad.

1 comentario:

  1. Yo creo que si podemos cambiar, pero es que una cosa es decir que quieres cambiar y otra es querer cambiar de verdad, también hay veces que cambias sin darte cuenta o sin elegirlo. Lo que creo es que solo debemos cambiar porque nosotros realmente queremos, porque tengamos en nosotros algo que no nos guste sino no tiene sentido cambiarte, no lo deseas realmente.

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